lunes, 2 de junio de 2008

La puntería de Cupido, Capitulo 1

Lo vi en una novela… el protagonista, cansado de su vida en pareja, la falta de perspectivas y el caos, sale corriendo en busca de su libertad.

Aunque creo que fue más sutil lo que le pasó a Virginia, quiero decir que su chico no dijo un día “Voy a comprar algo” y jamás volvió, pero el final de la relación tuvo todas las características abruptas de tal situación.

Yo estaba de vacaciones cuando se fue a verlo enamorada después de algunos meses separados ya que él se había ido a vivir por trabajo al sur. Por eso cuando volví y me dijo: “se descompuso de la emoción al verme”, no entendí nada, y menos cuando se acercaban los días del próximo encuentro y las novedades de parte de él eran cada vez más escasas.

Unos días antes de comenzar sus vacaciones tuvieron contacto y casi sin argumentos hizo que cambiara sus planes de viaje..., en lugar de ir a ver a su amado mi amiga tuvo que optar por refugiarse y recibir contención de su familia en Uruguay y tratar de entender…

Después de unos meses todavía nos seguimos preguntando donde estará, vivirá en Argentina, en Brasil, en Tailandia? “Lo obtuvo la tierra” dice ella.

La idea de que la haya dejado no se me pasa por la cabeza después de tener un proyecto de vida juntos y menos sin una explicación con nobleza.
Esto era hace muchos años, en esos tiempos en que la felicidad, los encuentros y desencuentros todavía tenían un toque de adolescencia, una falta de compromiso que hacía que pensáramos: “Hoy estoy, mañana no se, hoy quiero disfrutar en soledad y me quiero ir a vivir a la montaña o a una isla”.

Virginia lloró, claro, durante quince días seguidos, pero el día dieciséis apretó con alguien y dejó el asunto atrás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad fea la actitud del flaco al desaparecer de esa forma, sin dejar rastro.....
Por supuesto coincido con tus palabras.El hecho de no tener una explicacion es realmente desconcertante y mas en una relacion sea amorosa o de amistad, no???
Coincido tambien en que esa actitud es propia de adolescentes y que los adultos necesitan ser valientes para poder mirar a los ojos y poner sobre la mesa los motivos (obviamente valederos y fundamentados) que provocan una separacion.
Por otro lado aplaudo a Virginia al poder hacer "borron y cuenta nueva".... muchos deberiamos aprender de ella..... no les parece????

Anónimo dijo...

El comentario anterior es de Zulmita