Una repentina inspiración...

Un día dije BASTA !!!! esto me hace mal y aunque casi siempre es más difícil “el remedio que la enfermedad” (como diría nuestra queridísima Zulmita) hice el esfuerzo.
Esfuerzo que sirvió, pero siguió con una leve intriga que se fue acrecentando hasta que pasaron 15 días masomenos y volví a leer.

Me sorprendí al no experimentar la sensación de angustia, dolor en el alma y el cuerpo que me había invadido antes (el tiempo… el tiempo cura), fue en ese momento cuando comenzó todo.

Voy a la plaza casi todos los mediodías; este es uno de mis momentos de “meditación”, aunque no se meditar, lo llamo así porque entre minutos de siesta, renglón y renglón de algún libro, algún caramelo, algún cigarrillo, un sorbito de agua mineral, algunas veces puedo sacar en limpio cuestiones que van aconteciendo o sucedieron en mi vida, entonces, entre mis reflexiones diarias pensé: “pude reírme y sentirme identificada con algunas experiencias y acá hay alguien que tiene letra propia…. Por que no?”

Por distintos motivos siento que va a estar bueno, aunque se que no durará mucho porque me cuesta bastante sentarme frente a la compu por más tiempo del que considero necesario para chequear el correo o leer algún artículo que me interesa (en general imprimo y leo como si fuera un diario o libro), como toda ansiosa necesito estar en constante movimiento. Igualmente me animé y acá estoy, se que no estaré “sola” así que pongo primera y voy, a ver que se siente.

Y que se viene?
Todavía no lo tengo muy claro, por un lado no quiero que se convierta en un diario íntimo, aunque el tipo paparazzi resulta más divertido, así que supongo que iré alternando entre historias propias y de otros y por otro lado supongo que ira “fluyendo” y surgirán temas.