sábado, 27 de septiembre de 2008

Porque no sé si existe


El fin de semana "comienza" sin penas y sin glorias. Intentos fallidos de encuentros, algunos cafés con amigas que siempre son buena compañía y después sola. Me encierro un poco, filtro llamados y contesto sólo los mensajes indispensables.
Lo busco, lo imagino lo sueño ¿Acaso existe?
No un príncipe azul. Uno que viva, exista y ame como todo el mundo. En la búsqueda con la lámpara de Aladino, idealizamos al hombre. Películas, telenovelas y toda esa mala literatura rosa nos crea fantasías y un montón de ideas erróneas alrededor del hombre ideal.
Están muy extendidas las siguientes:
“El físico no importa”. No estoy segura. Analizamos no sólo físico, sino su olor, su timbre de voz, su manera de comer, su tacto, sus pies, y sus manos... Son para siempre, y no cambian.
“El amor siempre fluye por sí mismo”, No, no. Nunca hay que bajar la guardia. El amor hay que merecerlo y es un esfuerzo diario.
“Con él a solas en una isla desierta”, Hmmmm…esta es una gran mentira, herencia del romanticismo más pueril. Por muy pluriscuamperfecto que sea el hombre, es preciso convivir con otras personas ¡Qué aburrido sería estarse mirando las caras todo el santísimo día! Convivir significa compartir, y la riqueza proviene de la interacción con los otros, no sólo con uno.
Ahora, sí chequeo las virtudes del hombre perfecto:
La verdad. Sin ella no hay nada, absolutamente nada bueno.
La comprensión. Adoro a las personas que saben ponerse en los zapatos de otros y otras. Si no, es sólo un enamorado de sí mismo.
La lealtad. Es un valor definitivo, junto con la integridad personal y el amor desinteresado.
El deseo sexual. Es evidente, sin él ningún hombre es perfecto.
La cercanía. Compartir y actuar sin necesidad de dar explicaciones; leer la mirada y el gesto adelantarse a la voluntad.
La seguridad. No es el bienestar material, sino el apoyo firme y permanente, en cualquier circunstancia de un hombre admirable que quiere que estemos bien.
La caballerosidad. Cortés, delicado, sensible y galante.
El sentido del humor. La cualidad imprescindible de todo bicho viviente.
Un hombre con quien compartir plenamente la vida. Un hombre elegido que con el paso del tiempo, me haga sentir algo parecido a ese sentimiento que tuve de niña y que se perdió cuando salí sola al mundo: la seguridad de que ya encontré a mi complemento y me hace sentir verdaderamente dichosa. En resumidas cuentas a un hombre de verdad, un hombre cabal, con una vida real dispuesto a compartirla, un hombre con quien pueda ser yo, con quien reir, llorar, divertirme, amar, ser entienda y entender, pelear, reconciliarme, tener puntos de vista diferentes, crecer juntos. Es mucho ??? Si, quizás. Pero eso es lo que quiero. No un príncipe azul.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querida, (y lo digo sin sarcasmo, que difísil que te entiendan solo con pocas palabras escritas)tal vez yo sea el Principe, lo digo sin ser engreído, pero me siento identificado con tus deseos y de alguna manera, yo, siendo hombre, deseo lo mismo en una mujer. No lo digo yo, es lo que me han dicho, soy leal, tengo buen cuerpo y soy bien parecido, soy cortez, pienso que el amor se construye dia a día y lo practico, no peleo ni insulto, tengo un temperamento tranquilo aunque soy impulsivo y emprendedor. Pero, y aqui vienen mis dudas, y si soy un Principe desterrado que debe vivir como siervo mientras busca recuperar su reino? Si mi buen humor se marchita porque mi amada prefirió irse con el príncipe usurpador a esperar que rehaga mi vida? Si no importa lo que haga o diga se me va a interpretar mal? Si Vos fueras mi Amada, me entenderías?

Unknown dijo...

HOla Anónimo!!
No hablo de príncipes, sino de hombres de verdad. Por eso no creo que pueda comprenderte.
Hace mucho dejé de creer en cuentos de hadas.
La cuestión es si realmente existe esa persona, hasta ahora no despejé mi duda.

Anónimo dijo...

Si, existe, no es tan difísil, hay que dejar de idealizar y aprender a superar las dificultades, lo que importa es el choripan y no el chimichurri. Yo te dije, vos me dijiste, te dormiste, no me escuchaste, ese es el chimichurri. El choripan , la persona que tenés enfrente, puede ser cualquiera, hay que estar atento, saber brindar oportunidades tener la osadía de ir mas alla de lo que estamos acostumbrados, confiar y dejar que nos sorprendan, decir claramente lo que esperamos, lo que queremos del otro, no ofenderse por pelotudeces, y podría seguir hasta hacer mi propio blogg... o tal vez podríamos hacer uno juntos... posiblemente así me entenderías...

Anónimo dijo...

PS: Me llamo Aedrian y es mi verdadero nombre.

Anónimo dijo...

Aedrian...muy lindo tu principado, pero hacéte un cursito de ortografía...ojalá tu dialéctica personal no esté poblada de tragadas de "s" ni obviedades varias, por que estás en el horno...volvés a la virginidad seguro.
saludos
otro anonimo

Anónimo dijo...

No me parece que sea mucho, si esa es la pregunta. Es lo que queremos la mayoría y es super sano poder decirlo.
Las que estamos en pareja quisimos y queremos lo mismo y si lo pudimos encontrar estoy segura de que vos también !!!

Besos

Gi dijo...

"...Es mucho ??? Si, quizás. Pero eso es lo que quiero. No un príncipe azul."

No, no es mucho. Es lo mínimo indispensable. Nunca bajes tus pretensiones.

Besos

Anónimo dijo...
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